La restauradora del patrimonio María José Arbués Gracia ha sido galardonada con el Premio Vincencio Juan de Lastanosa en su primera edición.
El premio ha sido convocado por el Ayuntamiento con el objetivo de reconocer la trayectoria profesional o trabajos de relevancia en la recuperación o difusión del patrimonio oscense, la historia o la arqueología, materias de estudio e interés de Lastanosa.
El premio le será entregado en un acto que tendrá lugar el próximo 21 de noviembre en el Salón del Tanto Monta de la Catedral de Huesca.
La Junta de Gobierno ha aprobado hoy la concesión, a propuesta del jurado que valoró los méritos de la candidata. Estuvo formado por la directora del Museo Diocesano, Susana Villacampa, el jefe del servicio de Archivos, Museos y Bibliotecas del Gobierno de Aragón, Fernando Sarría, y el arqueólogo Héctor Arcusa.
María José Arbués Gracia nació en 1966 en Huesca, donde ha desarrollado fundamentalmente su carrera profesional.
Es licenciada en Bellas Artes, con especialidad en restauración (1989). Obtuvo su licenciatura en la Universidad de Barcelona.
Lleva desde 1991 vinculada al Museo de Huesca en el área de restauración arqueológica, trabajando con materiales hallados en los yacimientos de la provincia de Huesca.
Es, además, responsable del área de conservación preventiva del Museo de Huesca.
Como restauradora de arqueología se ha encargado de dar una nueva vida a los miles de fragmentos en los que quedan reducidos los objetos de la vida cotidiana de las culturas anteriores obtenidos en diferentes yacimientos de la ciudad de Huesca y del Altoaragón.
El trabajo de María José Arbués Gracia ha resultado y resulta fundamental para una adecuada interpretación de muchos de los restos arqueológicos depositados en el Museo de Huesca y que forman parte de su exposición.
Respecto a la capital oscense, basta recordar su participación en trabajos tan relevantes, tanto en arqueología como en obras de arte de importancia para la ciudad, como los siguientes:
- Restauración del conjunto de capitales originales y esculturas en yeso del Claustro Románico de San Pedro el Viejo.
- Restauración de piezas de material arqueológico de los fondos del Museo de Huesca.
- Arranque de un mosaico romano hallado en los bajos del Ayuntamiento de Huesca.
- Restauración y trasposición a un nuevo soporte del mosaico romano de los bajos del Ayuntamiento.
- Labor curativa sobre los bienes arqueológicos del Museo de Huesca.
- Estudio e Investigación sobre piezas de los fondos de este Museo.
- Labor de lavado, estudio y selección de material arqueológico de campañas de excavación de este Museo, entre los que se encuentran los del Círculo Católico.
Precisamente, la sección de arqueología es uno de los valores más importantes del Museo de Huesca.
En junio de 2024 recibió La Orden del Mérito Civil de manos del Rey Felipe VI como reconocimiento a su carrera profesional.
Es coautora de una guía del Museo de Huesca, entre otras publicaciones.
Estos méritos y el indudable papel en la recuperación del patrimonio arqueológico de Huesca la hacen merecedora de la concesión del Premio Lastanosa.
Tubería de San Julián de Banzo
Por otra parte, la Junta de Gobierno Local ha aprobado la actualización de precios del proyecto de sustitución de parte de la tubería de conducción de agua desde el manantial de San Julián de Banzo al depósito de Loporzano. La valoración final, para licitar el proyecto, es de 1.804.808 euros. Se sustituirán 5,38 kilómetros de canalización.
Esta obra evitará el despilfarro del agua de este manantial. Desde San Julián de Banzo se suministraba a la ciudad desde 1887. Sirvió para paliar la escasez endémica de una población que bebía de fuentes y manantiales del entorno inmediato.
En estos momentos no puede utilizarse porque la actual tubería es inservible. Roturas en la misma hacen que el agua se pierda y, de hecho, el caudal se desvía a una acequia. Este problema persiste, aproximadamente, desde hace ocho años.
El depósito de Loporzano, que forma parte del sistema Vadiello-San Julián de Banzo, tiene una capacidad de 90.000 metros cúbicos. El agua de San Julián permitirá una alternativa de suministro, con almacenamiento de agua de manantial durante los episodios de turbidez en el embalse del Guatizalema.
Cuando llueve y hasta que reposan los lodos, Vadiello sufre problemas de turbidez. El agua de San Julián de Banzo, al proceder –como se ha indicado- de manantial tiene una extraordinaria calidad.
La financiación de este proyecto contará con fondos de la empresa AWS, dentro de su programa de inversiones en Aragón destinadas al ciclo del agua.
