A través del punto limpio de Huesca se recogieron el año pasado cerca de 3.140 toneladas de residuos. En comparación con 2019, y como consecuencia del cierre de las instalaciones durante dos meses con motivo de la pandemia del covid-19, se recogieron unas 60 toneladas menos de residuos.

En las instalaciones, ubicadas en el polígono Monzú (calle Fornillos, 20), se recogen todo tipo de residuos urbanos domésticos que se clasifican y, posteriormente, son enviados al vertedero o bien a las respectivas plantas de reciclaje. El punto limpio está abierto de lunes a viernes de 10.00 a 14.00 y de 16.00 a 20.00 horas y los sábados, domingos y festivos de 10.00 a 14.00 horas.

El año pasado se recogieron en el punto limpio más de 2.970 toneladas de residuos no peligrosos. Entre ellos destacan el vidrio (más de 986 toneladas), la madera (cerca de 523 toneladas), los escombros (466,8 toneladas), los residuos voluminosos o muebles (más de 464 toneladas), los aparatos eléctricos y electrónicos (218 toneladas) y los metales (más de 132 toneladas).

Pero también se recogieron otros residuos como papel y cartón, envases, ropa usada, aceite usado, palets, parabrisas o cartuchos de tóner.

También se recogieron más de 165 toneladas de residuos peligrosos. En este caso, la gran mayoría fueron aparatos eléctricos y electrónicos, que superaron las 113 toneladas. También llegaron al punto limpio unas 50 toneladas de equipos desechados que contienen clorofluorocarburos y 1,6 toneladas de fluorescentes.

El resto de residuos, ya en menor medida, fueron envases con restos de sustancias peligrosas o que estaban contaminados por ellas, pinturas, tintas, adhesivos, resinas y disolventes.