Como si se tratara de un fenómeno natural, la ciudad va sintiendo, al principio imperceptiblemente y luego, cada vez con más intensidad, su propia vibración telúrica. Miles de ciudadanos van acompasando sus ritmos los meses y días anteriores hasta que el 9 de agosto entran en resonancia.
Los colores blanco y verde se apoderan y generan el imaginario de una ciudad que, con escondida nostalgia, vivirá su normalidad contemporánea el resto de los 358 días del año.
Del 9 al 15 de agosto, Huesca descarga sus energías acumuladas todo el año, en una toma de tierra que le reconcilia con sus antepasados, con sus orígenes y con sus tradiciones.
Nadie se siente extraño en Huesca esta insólita semana de agosto, con la condición de unirse a la riada blanca y verde que invade las calles desde primeras horas de la mañana hasta hacer desaparecer la separación entre el día y la noche.
Todo lo mejor de la programación cultural de una ciudad como es Huesca, pero recuperando el sabor que tienen los pequeños pueblos, el contacto directo con las personas y la sensación de que la calle se ha hecho para ser vivida.
La Albahaca, los Danzantes, las Mairalesas, las Peñas y los más variados actos tradicionales ponen el contrapunto original a unas Fiestas homologables en su programación artística a las mejores propuestas veraniegas de este país.
»Ven a Huesca. En San Lorenzo tú serás parte del espectáculo.
*Fiestas Declaradas de Interés Turístico Nacional*
Página web oficial de las fiestas: http://www.fiestassanlorenzo.es/
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